Helena Branchet: La bruja de Daralan
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Helena Branchet: La bruja de Daralan
“Mi nombre es Helena Branchet, mi historia ha sido bastante curiosa, pero no creo que menos que la de cualquier renegado.”
Articula la forsaken, sentada en los prados de campo santo hablando con otro forsaken, al poco prosiguió.
“Yo me crié en la bella ciudad violeta de Dalaran. Mi infancia fue lo más normal.
Mi padre era un oficial del ejército de Dalaran y mi madre se dedicaba a ganar dinero vendiendo vestidos que ella diseñaba y cosía.
Gracias a esto, nunca me falto de nada, todo capricho que quería, lo tenía a mi alcance, sin importar lo que fuese, o lo caro que fuese. Debido a esto nunca tuve muchas amigas, todas las chicas me envidiaban por tener tanto dinero y tantas cosas. Ahora pienso en que para mi todo aquello lo era todo y veo que insulsa era.
Al no tener amigas ni nadie con quien hablar, me dedique a la lectura, mientras mi madre iba a fiestas o a vender vestidos a las poderosas magas del Kirin Tor. Un día rebuscando un libro que leerme que no hubiese leído ya, vi que no me quedaba nada más que leer que los aburridos tratados de magia, decidí irme de viaje con mi madre, a Stormwind, puesto que ella tenía que ir a comprar una serie de telas y tintes para elaborar otros vestidos.
El viaje fue muy largo, al llegar a Stormwind, mi madre se fue a comprar las telas, mientras yo paseaba. Durante mi paseo, vi a un extraño transeúnte corriendo con prisa, iba embozado en una túnica negra y corriendo con prisa, al pasar cerca mío, se le cayó un libro, tras el misterioso transeúnte unos soldados iban persiguiéndole. Cuando estaban a bastante distancia y la gente estaba absorta en la persecución, aproveche, para coger ese libro, esconderlo bajo mi túnica y salir de allí. Cuan tonta fui haciendo esa estupidez.
Poco después me reuní con mi madre, pasamos por el mercado. Compramos provisiones y volvimos a Dalaran.
Al llegar a Dalaran, mientras mi madre hacia vestidos y mi padre estaba en los cuarteles. Yo me dedique a estudiar aquel libro, me di cuenta de que era un libro de brujería. Al principio lo leí por simple curiosidad, pero poco apoco aquellos oscuros conocimientos me fueron atrayendo mas, junto a estos conocimiento, también fui aprendiendo algo sobre plantas que mencionaba el libro y fui aprendiendo algunos conceptos de alquimia.
Contra mas leía el libro, mas me daba cuenta que tenía que esconderme y no practicar esos conocimientos en los muros de Dalaran.
Un día nos llegaron trágicas noticias: Artas Menethil, el príncipe heredero del reino de Lordaeron, se había vuelto loco y había matado a su padre. Poco despés nos llegaron más noticias de que la plaga estaba avanzando hacia nosotros.
Un tiempo después de aquellas funestas noticias, cuando todo parecía que no podía ir a peor, nos vinieron aun peores noticias, uno de los fundadores de la mano de plata, Lord Uther, había sido abatido, por el malvado y corrupto príncipe Arthas.
Mientras nos iban llegando estas funestas noticias, los soldados y los magos se estaban preparando para el ataque.
Un día nos llego una trágica noticia, Silvermoon, la capital de los Altos elfos había caído ante la plaga y la mítica fuente del sol había sido destruida.
Quien habría presagiado, que poco después de Silvermoon, íbamos a ir nosotros.
Un día ante nosotros empezaron a aparecer las tropas de Arthas. El asedio duro muchos días. Un día tras un gran estruendo, vi como los muertos iban irrumpiendo por las calles, poco recuerdo de aquello, solo que un pequeño grupo de seres putridos entrarón en al casa y rodearon a mi madre, mientras yo con temor me escondía en mi habitación, escuchando los chillidos de dolor de mi madre. Cuando los gritos cesaron y tras un breve momento de paz en el que pensé que esos malditos seres, no se habrían percatado de mi, empezaron golpear la robusta puerta de mi cuarto, tras al cual estaba apoyada, cuando esta comenzó a desquebrajarse, me aparte y me fui hacia una esquina de la habitación entre gritos. Poco a poco aquellos seres fueron entrando y acercándose hasta a mí, con el ruido de sus carnes pútridas moviéndose. De repente y sin previo aviso, se abalanzaron sobre mi, note el frió beso de una hoja de acero atravesando mi vientre, mientars me flaqueaban las fuerzas, notaba mordicos por mi cuerpo.”
Al acabar de decir esto la Forsaken se levanta y sigue explicando.
“Después de esto, según me contaron algunos Forsaken que murieron posteriormente a mi, todos las victimas de Dalaran, seguimos el ataque de la plaga junto al corrupto príncipe Arthas Menethil, poco después, según explicaciones de los que me liberaron, fui otorgada como una miembra de la plaga mas a uno de los señores del Terror.
Lo siguiente que recuerdo, fue despertarme como Forsaken, estaba en el escenario de lo que me decían que había sido la “Guerra contra los tres señores del terror”, fui recuperando mis recuerdos poco a poco y dandome cuenta de en el ser que em habia convertido, la sangre ya no fluia por mis venas, mi corazón no latia, no era mas que una simple sombra del ser vivo que antaño fui, me odiaba por aquello en lo que me habían convertido y solo anhelaba la liberación de mi alma. Poco después de recobrar mis facultades mentales y aun con el reciente trauma de la muerte viviente, me llevaron ante la Reina Banshee, yo le jure lealtad, puesto que ahora era un ser corrupto y ya no podría volver a la vida nunca mas. Solo por eso y con la esperanza que ella me liberara de esta maldición que correo mi alma le jure fidelidad.
Mi vida cambio de la forma mas inesperada, y con este cambio, ahora que soy un ser corrupto, he decidido proseguir con aquellos estudios que en vida nunca pude hacer, los de brujería.”
Articula la forsaken, sentada en los prados de campo santo hablando con otro forsaken, al poco prosiguió.
“Yo me crié en la bella ciudad violeta de Dalaran. Mi infancia fue lo más normal.
Mi padre era un oficial del ejército de Dalaran y mi madre se dedicaba a ganar dinero vendiendo vestidos que ella diseñaba y cosía.
Gracias a esto, nunca me falto de nada, todo capricho que quería, lo tenía a mi alcance, sin importar lo que fuese, o lo caro que fuese. Debido a esto nunca tuve muchas amigas, todas las chicas me envidiaban por tener tanto dinero y tantas cosas. Ahora pienso en que para mi todo aquello lo era todo y veo que insulsa era.
Al no tener amigas ni nadie con quien hablar, me dedique a la lectura, mientras mi madre iba a fiestas o a vender vestidos a las poderosas magas del Kirin Tor. Un día rebuscando un libro que leerme que no hubiese leído ya, vi que no me quedaba nada más que leer que los aburridos tratados de magia, decidí irme de viaje con mi madre, a Stormwind, puesto que ella tenía que ir a comprar una serie de telas y tintes para elaborar otros vestidos.
El viaje fue muy largo, al llegar a Stormwind, mi madre se fue a comprar las telas, mientras yo paseaba. Durante mi paseo, vi a un extraño transeúnte corriendo con prisa, iba embozado en una túnica negra y corriendo con prisa, al pasar cerca mío, se le cayó un libro, tras el misterioso transeúnte unos soldados iban persiguiéndole. Cuando estaban a bastante distancia y la gente estaba absorta en la persecución, aproveche, para coger ese libro, esconderlo bajo mi túnica y salir de allí. Cuan tonta fui haciendo esa estupidez.
Poco después me reuní con mi madre, pasamos por el mercado. Compramos provisiones y volvimos a Dalaran.
Al llegar a Dalaran, mientras mi madre hacia vestidos y mi padre estaba en los cuarteles. Yo me dedique a estudiar aquel libro, me di cuenta de que era un libro de brujería. Al principio lo leí por simple curiosidad, pero poco apoco aquellos oscuros conocimientos me fueron atrayendo mas, junto a estos conocimiento, también fui aprendiendo algo sobre plantas que mencionaba el libro y fui aprendiendo algunos conceptos de alquimia.
Contra mas leía el libro, mas me daba cuenta que tenía que esconderme y no practicar esos conocimientos en los muros de Dalaran.
Un día nos llegaron trágicas noticias: Artas Menethil, el príncipe heredero del reino de Lordaeron, se había vuelto loco y había matado a su padre. Poco despés nos llegaron más noticias de que la plaga estaba avanzando hacia nosotros.
Un tiempo después de aquellas funestas noticias, cuando todo parecía que no podía ir a peor, nos vinieron aun peores noticias, uno de los fundadores de la mano de plata, Lord Uther, había sido abatido, por el malvado y corrupto príncipe Arthas.
Mientras nos iban llegando estas funestas noticias, los soldados y los magos se estaban preparando para el ataque.
Un día nos llego una trágica noticia, Silvermoon, la capital de los Altos elfos había caído ante la plaga y la mítica fuente del sol había sido destruida.
Quien habría presagiado, que poco después de Silvermoon, íbamos a ir nosotros.
Un día ante nosotros empezaron a aparecer las tropas de Arthas. El asedio duro muchos días. Un día tras un gran estruendo, vi como los muertos iban irrumpiendo por las calles, poco recuerdo de aquello, solo que un pequeño grupo de seres putridos entrarón en al casa y rodearon a mi madre, mientras yo con temor me escondía en mi habitación, escuchando los chillidos de dolor de mi madre. Cuando los gritos cesaron y tras un breve momento de paz en el que pensé que esos malditos seres, no se habrían percatado de mi, empezaron golpear la robusta puerta de mi cuarto, tras al cual estaba apoyada, cuando esta comenzó a desquebrajarse, me aparte y me fui hacia una esquina de la habitación entre gritos. Poco a poco aquellos seres fueron entrando y acercándose hasta a mí, con el ruido de sus carnes pútridas moviéndose. De repente y sin previo aviso, se abalanzaron sobre mi, note el frió beso de una hoja de acero atravesando mi vientre, mientars me flaqueaban las fuerzas, notaba mordicos por mi cuerpo.”
Al acabar de decir esto la Forsaken se levanta y sigue explicando.
“Después de esto, según me contaron algunos Forsaken que murieron posteriormente a mi, todos las victimas de Dalaran, seguimos el ataque de la plaga junto al corrupto príncipe Arthas Menethil, poco después, según explicaciones de los que me liberaron, fui otorgada como una miembra de la plaga mas a uno de los señores del Terror.
Lo siguiente que recuerdo, fue despertarme como Forsaken, estaba en el escenario de lo que me decían que había sido la “Guerra contra los tres señores del terror”, fui recuperando mis recuerdos poco a poco y dandome cuenta de en el ser que em habia convertido, la sangre ya no fluia por mis venas, mi corazón no latia, no era mas que una simple sombra del ser vivo que antaño fui, me odiaba por aquello en lo que me habían convertido y solo anhelaba la liberación de mi alma. Poco después de recobrar mis facultades mentales y aun con el reciente trauma de la muerte viviente, me llevaron ante la Reina Banshee, yo le jure lealtad, puesto que ahora era un ser corrupto y ya no podría volver a la vida nunca mas. Solo por eso y con la esperanza que ella me liberara de esta maldición que correo mi alma le jure fidelidad.
Mi vida cambio de la forma mas inesperada, y con este cambio, ahora que soy un ser corrupto, he decidido proseguir con aquellos estudios que en vida nunca pude hacer, los de brujería.”
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