Zaisei [Anacorita Draenei]
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Zaisei [Anacorita Draenei]
El sendero de la Luz
La luz irradió las verdes laderas que se levantaban alrededor del poblado, el cielo, despejado, tenia un color azul intenso, era realmente bello, las cristalinas aguas, reflejaban cual espejo todo el paisaje, los primeros talbuks se refrescaban en ellas en las primeras horas del amanecer, con graciles saltos se alejaban a la llegada de los grandes y nobles Elekks, que con lentos y pesados pasos se internaban en las aguas.
Una leve brisa azoto el blanquecino cabello del draenei, sus dedos desfilaban por el borde de las doradas paginas de aquel libro que sostenia en su regazo. Las finas hojas, afiladas como cuchillas quebraron su tambien palida piel, haciendo emerger de ella una pequeña gota azulada. Aparto su dedo con rapidez, la hoja se habia manchado. Una pequeña mano se apoyo en su hombro, portaba un pañuelo de fino tacto.
Sonrei secando el pequeño corte, mire fijamente a mi hija, estaba orgulloso, sus brillantes ojos me observaban con curiosidad, realmente, aunque suene algo prepotente... me adoraba. Cerre el libro dejandolo sobre la verde hierba, los rayos del luz iluminaban sus tapas, resaltando sus decoraciones doradas. Me incorpore alisando mi tunica, tras esto recogi el tratado, alli anotaba todas mis reflexiones, todo aquello que los naaru nos enseñaban cada dia. Tome a mi hija en brazos entregandole el libro, como siempre, ella lo examino con sus curiosos ojos, asi nos quedamos, ella observando el libro mientras la observaba con orgullo. “Algun dia te pertenecera, y seras tu quien siga llenando sus paginas de sabiduria” dije acariciando sus oscuros cabellos.
Ambos se quedaron mirando la aldea, desde su posicion quedaba algo por debajo de ellos. Muchos habian decidido viajar hacia la que seria su nueva capital, su magnifica ciudad. Shattrath, podian verse algunas carabanas de draenei dirigiendose hacia el lugar donde se erigio la magnifica ciudad.
Desde la aldea, subian algunos draenei, parecian de aspecto joven, todos vestian tunicas de color claro, algunos montaban en Elekks pero la mayoria viajaban sobre Talbuks; al acercarse al anacorita de blancos cabellos desmontaron, saludando con respeto al venerado draenei, que dejo a su hija sobre la hierba.
El anacorita definia aquel lugar como privilegiado, la dulce brisa les otorgaba una sensacion de paz y tranquilidad similar a la producida por las bendiciones de los Naaru; realmente era el lugar perfecto para impartir sus enseñanzas a aquellos jovenes draenei.
Largos años fueron los que transcurrieron alli, cada amanecer, todos se reunian alrededor del venerado sacerdote, los años pasaron para todos, los blanquecinos y brillantes cabellos no habian perdido sus propiedades, pero si su rostro, su envergadura, parecia ligeramente encorvado, lucia ahora una pequeña barba, tan blanca como todo el. Sus compañeros, que seguian acudiendo con aquellos animales de siempre tambien habian cambiado, la madurez se reflejaba en sus rostros, sin embargo, entre todos ellos, habia una que seguia mostrando su juventud, si, era mas joven que ellos, pero habia seguido las enseñanzas de aquel hombre toda su vida, el mismo tiempo que todos los presentes. Era su hija, la pequeña draenei de ojos curiosos se habia convertido en toda una mujer, su piel era totalmente contraria a la de su anciano padre, y sus cabellos seguian siendo como antaño.
Sobre su regazo reposaba como nuevo el dorado tratado del sacerdote, que la observaba con orgullo. El baculo del anciano golpeo el suelo y todos se levantaron, todos excepto ella. Poco a poco se iban retirando, despidiendose de su maestro con sumo respeto.
Poco a poco, cuando todos se habian marchado me acerque a mi padre, lo cogi del brazo y ambos nos quedamos mirando la aldea con una tierna sonrisa, como hasta entonces siempre habiamos hecho. Ese era el momento en el que ambos sentiamos una paz absoluta en nuestro interior; lentamente comenzamos a descender, debia ayudarlo, pues el tiempo, habia hecho estragos en el.
El sol ahora se elevaba en su maximo esplendor, los rayos caian perpendiculares sobre la aldea, a la sombra de una pequeña construccion, el anciano draenei descansaba mirando a los pequeños niños jugar, recordaba su juventud, una debil sonrisa siempre estaba dibujada en su rostro.
“Debo ir a shattrath, volvere al anochecer” Dijo sonriendo, pero algo en el corazon del anciano le dijo que no la volveria a ver. La aldea, aunque en los limites de Nagrand, estaba alejada de los chamanisticos orcos, algo oscuro se cernia sobre ellos, a lo lejos, se podia escuchar el clamor de cientos de ellos acercandose hacia alli.
El báculo impacto en el suelo, el intenso color azul de la sangre le siguió, el fuego empezo a rodearlo todo, las construcciones desaparecieron ese mismo dia, el ultimo cristal habia caido con la caida del sol. Los ojos del anciano draenei se habian cerrado para siempre, una lagrima broto de ellos impactando sobre las doradas tapas de su tratado, asi acabo su vida, asi vio como el pasado nunca les habia abandonado.
La joven draenei no lo pudo entender, habia sido retenida por otros draenei, algo estaba ocurriendo, el horrible clamor de la muerte no tardo en extenderse hasta la magnifica ciudad, Shattrath no estaba preparada, su caida seria inminente. Aquellos que ofrecieron resistencia murieron en el intento, masacrados sin piedad por aquellos que les recibieron con los brazos abiertos. Solo la huida era su salvacion, muchos fueron los que siguieron al profeta, una vez mas los guiaría, una vez mas... ¿Los salvaria?
Las principales ciudades habian caido, la muerte asolaba sus tierras, el planeta no sobreviviria, todos lo sabían.
Tras la destruccion de la ciudad, los draenei se habian retirado cerca del castillo de la tempestad, junto con los naaru, pero pronto, la tragedia volveria a caer sobre ellos. Arduo fue el trabajo, pero finalmente consiguieron reconquistar un satelite perdido y salir de alli.
Me sentia horrible, habia abandonado a mi padre... habia abandonado mi vida, que me depararia ahora ¿que seria de nosotros? Me uni a un grupo de anacoritas supervivientes, pues habia sido adiestrada siempre en las enseñanzas de los naaru, no queria perder el legado de mi padre... sus enseñanzas.
Los motores se detuvieron, la ingravidez dentro del satelite era total, cerre los ojos, la luz nos protegeria, estaba segura, o eso es lo que queria pensar. Oscuridad.
La temblorosa mano rozo las briznas de humeda hierba, parecia perder fuerzas a cada lento movimiento, sus dedos se clavaron el la tierra en un ultimo aliento, su vida llegaba a su fin.
El cuerpo de la joven draenei yacia en el suelo, una gran placa metalica con decoraciones de bellos cristales atravesaba su vientre, la muerte acariciaba sus labios privandolos de calidez.
Por un momento senti la brisa de Nagrand sobre mi, roce la tierra, la hierba, ¿habia vuelto?. Me sentia fria, pero a la vez un intenso placer recorria mi cuerpo, poco a poco mis parpados, que aleteaban como las alas de una moribunda mariposa cesaron, habia perdido toda mi fuerza.
Una ruda voz se escucho a lo lejos, sus pasos eran rapidos, habian avistado algo, una draenei, parecia aun con vida, quiza pudiesen salvarla.
Desperte, un asolador grito de dolor quebro el silencio de la sala, mi frente estaba perlada en sudor, no entendia nada, ¿donde estaba? Mire mi vientre, me dolia, pero no parecia haber herida, pronto un draenei se acerco a mi.
Me dedico una sonrisa, no podia ni siquiera asimilarla “todo esta bien” su voz era como un dulce susurro, un calido abrazo. Mis ojos observaron los suyos durante una eternidad. “¿Como te llamas querida?” Las dudas me asaltaron repentinamente, de mis labios broto una palabra... Zaisei...
Luigi- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 17/03/2009
Re: Zaisei [Anacorita Draenei]
Excelentes tus historias, como siempre ^^.
En si esta aceptada, pero como ya te comente por el msn, tienes que cambiar unos datos, que son explicar algo mejor la cantidad de tiempo trasncurrido desde la caida de las grandes ciudades/templos hasta la huida en el Exodar (Eso incluye la huida para escapar de los orcos, la desparicion de la gran mayoria de la Horda orca que traspaso los portales a azeroth, la explosion de Draenor al cerrarse estos, el comienzo de la lucha de los draeneis por retomar sus tierras).
Cuando este editado avisame, pero de todas maneras ya esta aceptada (porque se que cuando la edites la aceptare ^^).
En si esta aceptada, pero como ya te comente por el msn, tienes que cambiar unos datos, que son explicar algo mejor la cantidad de tiempo trasncurrido desde la caida de las grandes ciudades/templos hasta la huida en el Exodar (Eso incluye la huida para escapar de los orcos, la desparicion de la gran mayoria de la Horda orca que traspaso los portales a azeroth, la explosion de Draenor al cerrarse estos, el comienzo de la lucha de los draeneis por retomar sus tierras).
Cuando este editado avisame, pero de todas maneras ya esta aceptada (porque se que cuando la edites la aceptare ^^).
Lilian- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 10/03/2009
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