Katie Codich, la chica asesina

Katie Codish era una joven chica que habitaba en una granja de las cercanías de Villadorada. Tenía 16 años y de grande quería ser asesina profesional y que fuera pagada por los más ricos de Ventormenta por sus actos. Su idea de ser asesina, la tiene desde que vio de pequeñita como asesinaron una noche lluviosa de verano a su hermano grande. Era un grupo de encapuchados que habían salido en busca de mi hermano, habían salido de detrás de los arboles de alrededor de nuestra granja, sorprendieron a mi hermano por la espalda. Eran tres hombres, dos le cogieron por los brazos y el otro le apuñalo por la espalda.


Grite lo más fuerte que pude cuando vi a los “curiosos” hombres, pero era demasiado tarde, lo mataron y se fueron antes que mi padre los pudiera atrapar o disparar con su escopeta de cazador. Mi padre es un granjero desde hace muchos años y a veces se iba de caza o de pesca con sus amigos de las otras granjas. Mi madre era una camarera de una de las tabernas de Ventormenta y para sacarse algo de dinero extra se montaba a cualquier borracho de la noche. Mi familia es muy pobre así que decidí que cuando seria grande sacaría mi familia de la pobreza.


Mi hermano antes de morir ayudaba a mi padre en la granja, pero sus últimas semanas de vida note que su comportamiento era diferente y que a veces no volvía a casa. Era la causa de su asesinato? Tenía enemigos? Eso nadie lo sabe. Yo me entrenaba en el bosque para ser la mejor asesina del pueblo. Sus herramientas de combate y las otras cosas que utilizaba para combatir eran cosas que yo robaba en Ventormenta a los mercaderes que no tenían mucho interés a su mercancía, lo que siempre robaba era dagas, espadas de una mano, armas arrojadizas y algunas bombas pequeñas que robaba a gnomos tontos.


Un caloroso día de verano, yo me entrenaba como siempre en el bosque bastante lejos de la granja, y de golpe me sorprendieron los mismos tres hombres que asesinaron a mi hermano, me vendaron los ojos y me llevaron a dentro del bosque. Me llevaron en una caseta abandonada lejos del público y donde no había nada alrededor. Los tres hombres parecían ser de la banda de “Defias”, bandidos que viven en el bosque de Elwynn y se ganan la vida asesinando la gente rica o que tenga muchas tierras. Esos bandidos pertenecen a la “Hermandad”. Me llevaron hasta el jefe del grupo de Defias y me dijo lo siguiente:

-Quienes son ustedes, déjenme irme a mi casa.

-Tranquila chica, no te queremos matar.

-Que quieren de mí, no tengo nada de valor encima de mí.

-Te hemos estado observando toda esta semana, y, queremos que te unas a nosotros, tienes un buen carácter para ser una Defias, te pagaremos muy bien.

-Ustedes mataron a mi querido hermano, tendría que haceros confianza?

-Tu hermano era un traidor, no respecto nuestras normas, ese es el precio de infringir nuestras reglas, la muerte *se ríe*

-MENTIRA! Mi hermano era la mejor persona del mundo nunca traicionaría a alguien.

El jefe le da una bofetada en la mejilla izquierda, dejándola roja.
-Sucio bastardo, esta me la pagaras.

-Escúchame bien chica, o me ayudas o te deshueso aquí mismo, entendido?

Me quede callada durante treinta segundos, mirando fijamente el suelo.
-Lo hare por mi familia, sino ya me habría negado.

-Perfecto, a partir de ahora nuestro entrenador personal te vendrá a buscar siempre por las tardes en el lugar donde supuestamente te entrenabas y el te enseñara a ser una verdadera Defias.

Me vendaron de nuevo los ojos y cinco minutos más tarde me soltaron donde me cogieron por sorpresa. Y así es como los Defias me reclutaron para “transformarme” en una verdadera asesina. Como me dijo el jefe Defias, el entrenador me venía a buscar cada día por la tarde en el lugar donde me entrenaba. Mi entrenador se hace llamar el “Lobillo” por su esplendido pasado como Defias y sirvió fielmente a su jefe durante años. Lobillo siempre iba vestido de la misma manera, una larga capa negra muy llamativa y con un antiguo traje de Defias, todo negro y llevaba un ojo vendado porque, en plena misión de asesinato un guardia le lanzo una daga arrojadiza que le llego al ojo. El primer día de entrenamiento me llevo en una especie de campo de entrenamiento muy vasto y al mismo tiempo muy práctico para entrenarse. Así que no perdí tiempo y me empecé a entrenar.

Así pasaron los días, las semanas y hasta pasaron ocho meses para terminar mi entrenamiento. Lobito me había transformado en una asesina sangrienta y que no tenía piedad con nadie. Lobito me dijo que ahora quería que hiciese mi primera misión como Defias. Me dijo que en la ciudad de Ventormenta necesitan ayuda, le pregunte quien la necesitaba y me respondió que un tal Hermandad de Ladrones…

Yo personalmente no me uniria a la hermandad que mato a mi hermano , pero lo bueno de los humanos esque no tiene principios.

Aseptada, ( ya te matara algun guardia )


Que tengas larga vida

Att. Vicky