leela en este Foro mejor xD

**Vicky12** Miér Jul 08, 2009 12:53 pm

Nombre: Alenar Tol’lar
Raza: Draenei
Clase Onrol: Chaman

Descripción Física: Alenar es una joven Draenei esbelta, sus cuernos características de su raza están curvados hacia atrás, su piel es de color azulado y una melena negra le cubre parte del rostro, tiene una cicatriz en el costado producida por el choque de Exodar con Azheroth.

Descripción Psicológica: La joven tiene claros su principios, nunca traicionaría a su raza aunque tiene grandes intereses sobre el mundo en el que esta, encuentra fascinante a los Kal’dorei, solo a podido conocer a algunos que llegaron a la isla en una expedición Humana. Alenar sigue estudiando Chamanismo y desea conocer los boques Elficos.

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Historia

Los leves rayos de sol se extendían por toda la llanura de Nagrad, un nuevo día comenzaba y yo como siempre me dirigía a las llanuras a jugar con un pequeño Tabulk que había nacido en cautividad.

-Alenar, Alenar-*una Draenei esbelta de color un poco mas purpura y los cuernos altos me llamaba.*
-Buenos días madre- *la abrecé mientras ella me besaba en la frente.*
*sonríe*- Anda ve a jugar
- Si Madre *salí corriendo con una gran sonrisa*

Desde muy joven me gusto la naturaleza, el suave viento de la briza de las colina sobre mi cabello me hacían soñar y era como si volara.

El rocío de los verdes prados mojaba mi blanca túnica mientras corría sobre ellos, tras de mí el Tabulk que me seguía a todas partas.

Aun recuerdo como mis brillantes ojos pasaban horas mirando a los extraños y chamanísticos orcos que venían a la aldea a comerciar, o a los cazadores que me encontraba en el prado de vez en cuanto.

Mis días eran tranquilas, mi madre se pasaba las horas leyendo sus enormes libros, mientras que mi Padre era uno de los cazadores de la aldea. Pero ese día fue diferente, la sombría mano de la oscuridad se alzaba de nuevo sobre nuestro pueblo, el día había llegado.

Sin previo aviso los chamanísticos pueblos orcos con los que compartíamos comercio nos atacaron, las aldeas estaban desprotegidas, solo algunos cazadores les hacina frente y los sacerdote rezaban con sus libros en sus manos, pero era inevitable la masacre, los orcos eran muchos y no estábamos preparado, solo algunos afortunados salimos con vida del pueblo.

En la lucha mi padre había muerto, según me dijo el que me salvó murió defendiendo a mi madre, no supe nada mas de ese día, cuando preguntaba a los supervivientes no me respondían, un enorme silencio se tendía sobre el grupo de supervivientes.

Tras largos días de marcha ocultándonos de los orcos nos encontramos con otros grupos de refugiados, pronto otros grupos se fueron uniendo, algunos de los miembros más viejos de la comunidad lloraban, los antes brillante ojos de mi raza estaba como apagados, el dolor que sentían de nuevo era como abrir una herida sin cicatrizar.

Tras algún tiempo al escondite empezaron a llegar grupos de los que llamaban Broken, a pesar de sus intenciones se podía decir que había racismo con respecto a ellos, sin embargo me hice amiga pronto de uno de estos seres.

Sus conocimientos sobre la naturaleza eran fascinantes, me explicó como los espíritus de la naturaleza daban fuerzas y poderes.

También me conto como ellos lo habían aprendido, me conto que Nobundo, un antiguo Draenei Vindicador que se corrompió y se trasformó en Broken buscando un medio para ayudar a su pueblo vio potencial en el Chamanismo, con lo que lo estudió y aprendió para luego enseñárselos a los demás.

Esa fue la primera vez que me sentí atraída por el chamanismo, durante algún tiempo me fue enseñando los secretos sobre este poder que me resultaba tan alentador, era como un rayo de luz en la oscuridad de mi pueblo.

Los días eran largos, y a los orcos se sumaba el problema de los elfos de sangre, una nueva raza que había aparecido y tomado la Fortaleza de la Tempestad como su base principal, tras planearlo seguimos al Profeta Velen, asaltamos uno de los Satélites de la fortaleza, Exodar, luchamos con los elfos por el control y lo conseguimos, pero los elfos de sangre habían saboteado los motores.

El viaje no duro mucho cuando esta empezó a fallar, la nave se precipitó sobre el planeta que mas tarde sabríamos que era Azheroth, la nave se estrello en unas islas al oeste de la llamada Costa Oscura, muchos de los que viajaban murieron tras el impactos y otros tantos quedaron heridos, yo tuve la suerte de poder salvarme, estuve sin poder levantarme una semana pero tras la recuperación pude ayudar en lo que pude a los demás, ahora me encuentro en la isla principal , ayudando a mis hermanos en las labores de recuperación.

Días después volví al Exodar y me dirigí al arca de los Cristales a seguir recibiendo clases junto a los demás iniciados en el chamanismo, algunas de ellas del propio Clarividente Nobundo.